Ahora que se se acerca fin de año he querido recopilar algunos de los libros cuya adaptación a la gran pantalla ha sido, según la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas estadounidense, han sido merecedoras de un Oscar al mejor guion adaptado. En la lista que he tomado como referencia, la de la Wikipedia, vienen si no he contado mal 87 películas premiadas, de las que he seleccionado 33, ya que de estos libros y películas me ha sido más sencillo encontrar los enlaces con los que he enriquecido la entrada. De la lista solo he visto 15 películas (no es que sea muy cinéfilo que digamos) y el respecto a las lecturas, pese a ser muy lector, pocos de los titulos me eran conocidos. Ahora estoy a puntito de acabar el Padrino, de Puzo, con lo que en breve serán tres los libros que he leído de mi lista de 33.La verdad es que como prácticamente no he leído casi nada de la lista, no sé si los premios han sido merecidos o por el contrario la adaptación deja mucho que desear del original, pero para eso podéis vosotros comentar lo que os pareció en su día, tanto el libro como la película luego en los comentarios.
Año- Título de la película - Título del libro - Autor
2011. Los descendientes- Los descendientes, de Kaui Hart Hemmings.
2010. La red social- Multimillonarios por accidente, de Ben Mezrich.
2009. Precious- Push, de Sapphire.
2008. Slumdog Millionaire- ¿Quiere ser millonario?, de Vikas Swarup.
2007. No es país para viejos- No es país para viejos de Cormac McCarthy.
2005. Brokeback Mountain (En terreno vedado)- Brokeback Mountain, de Annie Proulx.
2003. El Señor de los Anillos: el retorno del Rey- El señor de los anillos III, de J. R. R. Tolkien.
2002. El pianista- El pianista del gueto de Varsovia, de Władysław Szpilman.
1999. Las normas de la casa de la sidra- Las normas de la casa de la sidra, de John Irving.
1997. L.A. Confidential - L.A. Confidencial, de James Ellroy.
1995. Sentido y sensibilidad- Sentido y sensibilidad, de Jane Austen.
1994. Forrest Gump- Forrest Gump, de Winston Groom.
1993. La lista de Schindler. La lista de Schindler, de Thomas Keneally.
1992. Regreso a Howards End. Regreso a Howards End, de E. Morgan Forster.
1991. El silencio de los corderos- El silencio de los corderos, de Thomas Harris.
1990. Bailando con lobos- Bailando con lobos, de Michael Blake.
1988. Las amistades peligrosas- Las amistades peligrosas, de Pierre Choderlos de Laclos.
1986. Una habitación con vistas- Una habitación con vistas, de E. Morgan Forster.
1985. Memorias de África- Memorias de África, de Isak Dinesen.
1978. El expreso de medianoche- Expreso de medianoche, de B. Hayes y W. Hoffer
1975. Alguien voló sobre el nido del cuco- Alguien voló sobre el nido del cuco, de Ken Kesey.
1974. El Padrino II- El padrino, de Mario Puzo.
1973. El exorcista- El exorcista, de William Peter Blatty.
1972. El Padrino- El padrino, de Mario Puzo.
1965. Doctor Zhivago- Doctor Zhivago, de Boris Pasternak.
1963. Tom Jones- Tom Jones, de Henry Fielding.
1962. Matar a un ruiseñor- Matar a un ruiseñor, de Harper Lee.
1957. El puente sobre el río Kwai- El puente sobre el río Kwai ,de Pierre Boulle.
1956. La vuelta al mundo en 80 días- La vuelta al mundo en 80 días, Julio Verne.
1939. Lo que el viento se llevó- Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell.
1938. Pigmalión-. Pigmalión, de George Bernard Shaw.
1933. Mujercitas- Mujercitas, de Louisa May Alcott.
1931. Cimarrón- Cimarrón, de Edna Ferber.
¿Cuántas películas de la lista habéis visto y cuántos libros habéis leído?
Si queréis dejar más títulos de libros bien adaptados a la gran pantalla os animo a que lo hagáis en los comentarios.
TODOS SOMOS NOSTALGICOS AMANTES DE LA LITERATURA VIENDO PASAR NUESTRAS VIDAS COMO LAS PAGINAS DE UN LIBRO EL LIBRO DE NUESTRA HISTORIA
sábado, 27 de diciembre de 2014
domingo, 21 de diciembre de 2014
Reseña #17: Jardín
Titulo: Jardín.
Autor: Pablo Simonetti.
Editorial: Alfaguara.
Género: Drama.
Clasificado: Todas las edades.
Valoración: 6/10
Pablo Simonetti, el mismo que nos conmoviera con el clásico título
“Madre que estas en los cielos”, y que más tarde nos hiciera sentir estafados
con la infumable “La Soberbia Juventud”, nos deleita ahora con una historia que
nos hace recordar su particular estilo, único, emotivo y atemporal, alejándose
de personajes y situaciones populares y contemporáneas, y trayéndonos una
historia llena de encanto y emotividad.
Luisa Barbaglia, viuda de setenta y seis años y protagonista de
esta historia, se encuentra, de un momento a otro, en la penosa necesidad de
vender su hogar a causa de una constructora que planea derribar todo el barrio
en el que ha visto pasar su vida en aras del progreso. De la noche a la mañana,
se ve forzada a renunciar a los recuerdos de cuarenta y siete años de vida en
ese hogar, siendo el mayor tesoro, y su más dolorosa perdida, su precioso
jardín, lleno de rosas, azaleas, rododendros, lilas, violetas, y un centenar
más de otras especies, a las cuales les ha dedicado tanto tiempo, cariño y paciencia,
como a su propia familia.
Finalmente, cuando la matriarca de la familia decide entregar su
jardín en partes iguales para sus tres hijos: Franco, Fabiola y Juan, será este
último, el menor del trio y narrador de los acontecimientos, quien deberá asegurarse
de que la soberbia y el desapego por la familia de su hermano Franco, el hijo
mayor, no terminen rechazando y destruyendo su parte del jardín, destruyendo
sin saberlo una parte del corazón de su propia madre.
El amor por los recuerdos, el apego a lo simbólico, la soberbia,
la codicia, y una serie de rencores del pasado, saldrán a flote en cada uno de
los encuentros de los hermanos, sin percatarse de los terribles y mortales
efectos que esto ocasiona en su anciana y decaída madre quien, ante todo, buscara
la unión y la paz de sus tres hijos por sobre el bienestar personal.
Técnicamente, quizás no haya mucho que decir de la obra: es corta,
excesivamente corta, rellenado únicamente por el tamaño de las letras, la
predisposición diagramada de las palabras, y unas preciosas ilustraciones de
flores entre cada capítulo, de la mano de José Pedro Godoy, por lo que es una
obra fácilmente digerible e igualmente disfrutable, capaz de ser acabada en una
tranquila tarde de lectura. La predisposición de personajes es perfecta, y los
eventos que en ella suceden claman a la emotividad y sentimentalismo del
lector, de una manera como solo el autor nos tiene acostumbrados.
Podemos, de igual manera, asumir que Jardín es claramente una crítica
a nuestra sociedad, principalmente respecto a cómo en esta no parece haber un
espacio para los adultos mayores, quienes ven pasar sus últimos días intentando
no entrometerse en la velocidad de la rutina diaria, sin derecho alguno a poder
elegir y/o compartir su opinión personal, la cual es desvalorada por el resto
de nosotros; tal como el popular escritor Luis Seguel Vorpahl intenta denunciar
en sus excelentes obras “Otoñal” y “Cállate viejo e’ mierda”.
Dicho todo esto ¿es Jardín una buena historia? Pues absolutamente,
es emotiva, reflexiva, y completamente alejada del estilo frio, estéril, y
vacío que el autor trató de imponer en su anterior trabajo, “La Soberbia
Juventud”; sin embargo, peca de poseer una corta duración, y de no profundizar
intensamente en el pasado de los personajes, como lo hiciera en anteriores
trabajos, impidiéndonos conocer a fondo los distintos dramas que dividen a la
familia a excepción de la rivalidad entre Juan y Franco.
Y finalmente ¿esta Jardín comercialmente sobrevalorada? Pues…
puede que absolutamente sí. Para ser una obra sumamente corta, con una idea
que, aunque buena y noble, como lo es denunciar la falta de sensibilidad de la
sociedad actual para con el adulto mayor, es algo que ya se ha visto antes, y
en mejor escala, por lo que el constante bombardeo de publicidad que hemos
tenido de ella por televisión, radio, internet, y anuncios en la locomoción
colectiva, me parecen completamente exagerados e injustificados.
Sin embargo, esto no altera en lo más mínimo la calidad final del
producto, solo nos demuestra lo mucho que una editorial se preocupa en
distribuir su material, lo que sin duda es un buen ejemplo para todas las demás
editoriales, las que parecen constantemente quejarse sobre lo alejado que se
encuentran los chilenos de la lectura pero no parecen intentar nada para
evitarlo ¿Se les ha ocurrido alguna vez idear una estrategia de campaña decente
para los lanzamientos de sus obras?
Obras como Jardín, o Logia, son un buen ejemplo de que, sin
importar la calidad o duración de la misma, con la publicidad adecuada lograran
pegar fuerte en la mente de los lectores y los no lectores del país…
especialmente Logia, la cual es una porquería de historia. Saludos y nos leemos
en la siguiente reseña.
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