“El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos”, la
esperada conclusión de la trilogía cinematográfica más injustificada de los
últimos tiempos. ¿Qué puedo decir sobre esta película que no se haya dicho
antes? Prácticamente todos quedamos más que sorprendidos cuando se anuncio como
una trilogía de películas y no como una única película que abarcara aquel
pequeño libro, cuya duración no alcanza
ni a las doscientas páginas, dependiendo de la versión que poseas, en mi caso
me refiero a la versión digital cuya editorial no vale la pena mencionar.
Que está llena de eventos que no se describen en el
libro, que incluyó personajes que ni siquiera existían al momento en que
Tolkien creara su obra, que tiene más relleno que anime japonés de chicas
adolecentes que se visten como marineras y salvan al mundo junto a un par de
gatos parlantes… ejem. Y para colmo nos trae una conclusión utilizando las
escazas últimas veinte páginas del libro para crear una cinta de poco más de
dos horas de duración, utilizando una batalla
que ni siquiera en el libro era esperada con tantas ansias, puesto que
se alejaba de todo lo que representaba el libro durante su desarrollo, y que
por eso mismo termina tan rápidamente como se nos presenta.
Sin embargo, pienso que no se puede culpar
totalmente al señor Peter Jackson de este fiasco, después de todo ocurrió
exactamente lo mismo en el caso de “Narnia: el león, la bruja y el ropero”,
traída hace ya muchos años por Disney, quienes dedicaron los últimos minutos de
película para representarnos aquella impresionante batalla entre el ejército de
animales y seres mágicos, liderados por los cuatro valientes huérfanos, en
contra del ejercito de demonios liderados por la malvada Bruja Blanca; aun
cuando esta batalla apenas se menciona en el libro, y cuando comienza a
narrarse ya está prácticamente ganada. De igual manera ocurre en la trilogía
original de “El señor de los Anillos”, donde las batallas épicas entre
ejércitos de razas de luz y criaturas de la oscuridad se nos presentan en
pantalla con situaciones que, pese a la duración de los libros, nunca fueron
relatadas en estos; incluso se le termina quitando desarrollo y personalidad a
los personajes para poder ocupar el mayor tiempo posible en ver el mayor numero
de espadas chocando entre sí, sacando chispas y desmembrando hordas y hordas de
criaturas generadas por computador. Incluso en Avatar, de James Cameron, la
situación no captaba realmente nuestra atención sino hasta que los navis
comenzaban a arder en llamas y las naves comenzaban a explotar.
Porque eso es lo que queremos ¿verdad?, explosiones
y destrucción a diestra y siniestra. Queremos tener un bando al que apoyar y un
bando enemigo al que odiar, y luego verlos enfrentados en una épica carnicería
imposible llena de desigualdades, de la cual nuestros héroes saldrán
victoriosos.
Por eso mismo, creo que la culpa no es enteramente
del director, básicamente él es una “mujerzuela” dándole al público lo que
pide. Obviamente eso no lo justifica, como visionario debería saber que su
misión es siempre ir un paso más allá de las modas actuales, y no crear una
escusa de trilogía sobre este cuento utilizando la batalla final como punto
fuerte, como el gran clímax que el público espera, como en cada película donde
se vea un arco y una espada. Pero para comprender la gravedad del asunto, para
entender realmente la cantidad de relleno a la que estarán expuesto el día del
estreno en su sala de cine, creo que lo mejor sería echarle un vistazo al libro
original, al pequeño cuento que no alcanza a ser novela, y que generó toda esta
controversia desde que Isildur no fue capaz de arrojar el anillo al fuego del
que provino.
Por supuesto no tomaremos en cuenta todo el libro,
solo la porción de páginas destinadas a justificar el próximo estreno en cines,
me refiero a las páginas dedicadas exclusivamente a la batalla de los cinco
ejércitos. Antes de continuar debo advertirles, los siguientes párrafos están
llenos de adelantos (spoilers) tanto del libro como de lo que se esperaría de
la película, asique están en su derecho de dejar de leer si no quieren arruinar
sus expresiones de asombro cuando estén con sus tarros de cabritas frente a la
pantalla 3D.
Apenas a mediados del capítulo "El encuentro en
las nubes" (cerca de la pagina 155 aproximadamente; dependiendo de tu edición
del libro) se menciona sobre una posible pelea entre razas para apoderarse del
oro de los enanos, los cuales ya están acentuados en el castillo donde solía
vivir Smaug, mas nada concreto se habla todavía sobre una épica batalla. Sí
Tolkien la menciona un par de veces durante el desarrollo del libro, pero
claramente es solo un intento por mantener la atención del lector, por
indicarle que esta no es solo una pequeña jornada de amistad y de auto superación,
sino que también tendrá batallas encarnizadas y grandes enfrentamientos. ¡Lo
que todo macho que se respeta espera! Pero primero debemos ser pacientes.
Posteriormente, párrafos antes de llegar al capítulo
"Un ladrón en la noche", las exigencias de los escuderos de Esgaroth hacen
que Thorin pierda la razón, atacando con una flecha a uno de los escuderos, prácticamente
declarando nula toda posibilidad de negociar con los hombres o los elfos sobre
siquiera ceder una pizca de su tesoro, como Bardo había pedido anteriormente en
vista de la ayuda prestada a su grupo en la ahora desolada aldea, y por el
hecho de ser él quien haya asesinado al dragón, liberando así también el tesoro
de los enanos.
Luego de esto, al iniciar el capitulo mencionado,
Roac, el cuervo, menciona la posibilidad de una batalla, bastante desigual para
los enanos; es recién en este momento en que escuchamos verdaderamente, por
parte de los personajes que viven la historia, sobre la posibilidad de un
conflicto armado entre tres razas, los hombres y los elfos contra los enanos,
¡Recién en ese momento! en la página 159 de un libro de 184 páginas.
Sin embargo, aun nos faltarían otros dos ejércitos
¿verdad?
Finalmente, en el siguiente capítulo: "Las
nubes estallan", luego de la maldita traición de Bilbo a los enanos en el
capitulo anterior, el ejercito de los enanos, liderados por Dain, arriba al
escenario, en lo que promete ser una batalla de tres ejércitos: humanos, elfos
y enanos. O eso creemos. En la página 167/184, Gandalf informa que los trasgos
y los lobos acaban de llegar, en una nube de oscuridad que se cierne sobre
ellos, furiosos seguramente por la humillación vivida a manos de los enanos hace
ya varios capítulos atrás en el libro, y es así como se nos presentan los dos
ejércitos restantes.
En este punto me pregunto ¿En serio? ¿Trasgos y
lobos? ¿No podía simplemente ser llamado el ejército de las criaturas? ¿O el
ejército de los monstruos?
Supongo que Tolkien necesitaba un número impar en el
titulo para darle un toque más épico todavía; después de todo había estado
anunciando la maldita batalla durante todo el libro, como en una especie de preparación
para el clímax final, de lo que se suponía una odisea para niños sobre un grupo
de enanos, y su mascota hobbit, para recuperar su reino y sus riquezas
arrebatados por un temible dragón parlante que escupe fuego.
Supongo que no podemos culpar a Peter Jackson del
todo por su fascinación de apilar ejércitos enteros, creados por computadora por
medio de efectos de pantallas azules, puesto que, por lo visto, Tolkien sufría
del mismo mal al momento de plasmar sus historias en papel.
Al fin, en medio de la
página 168/184, la llegada de los lobos, los trasgos y los wargos... sí, porque
también había wargos. Supongo que su ejército era tan pequeño que no fue
realmente considerado en la temible batalla de los cinco ejércitos, porque al
parecer un número par no es lo bastante "épico" en el universo
Tolkien. En fin, las horribles criaturas sin forma entran a escena poniendo a
elfos, humanos y duendes en verdaderos problemas, y es aquí donde
verdaderamente da inicio la tan anhelada tercera parte de la trilogía
cinematográfica de "La pasión de Peter Jackson"... quiero decir, de
"El Hobbit", personaje que en verdad
hace muy poco, para alguien cuyo nombre sale como el título del libro, básicamente
usa el anillo para desaparecer del conflicto y su participación se vuelve tan
nula como la de Frodo en toda la trilogía anterior; pero seguramente en la
película lo veremos desmembrando unos cuantos trasgos, haciendo equipo con
Legolas y acribillando lobos con una MP5 automática montado sobre King Kong,
¡Porque es el jodido Peter Jackson!
Poco antes del inicio del último capítulo, "El
viaje de vuelta", Bilbo descubre que un nuevo e ignorado ejército hace aparición:
las Águilas, quienes llegaron nuevamente para salvar el día.
Hay que
reconocerlo, para ser una raza que no desea involucrarse en asuntos de otras
razas, siempre terminan siendo la carta fuerte de Tolkien para eliminar de
manera eficiente las hordas de la oscuridad en Tierra Media y solucionar todo
conflicto; ya todos sabemos que arrojar el anillo sobrevolando el volcán desde
uno de estos gigantes alados habría evitado la existencia de toda la primera
Trilogía del Anillo por lo cual no me referiré, es un tema viejo y repetido.
¡¡¡Pero sí lo habría hecho!!!
Luego de la muerte de Thorin, se nos pone al tanto de
que las águilas fueron las verdaderas heroínas del día, y que el mismo Beorn
apareció en la batalla, con la apariencia de un oso furioso que ayudó al
exterminio de las criaturas enemigas... supongo que a estas alturas la película
ya podría llamarse "La Batalla de los cinco ejércitos, junto a los dos ejércitos
marginados, y el oso furioso", puede que no sea el nombre más atrayente
pero eso no ha de ser problema, ¡Peter Jackson, has que funcione!
Y así es como termina "La Gran Batalla de los
Cinco Ejércitos", una batalla tan importante para Tierra Media que apenas dura
tres páginas en el libro, pero eso basta para que Hollywood le dedique una cinta de más de dos horas;
seguro que fue el tiempo que los guionistas tardaron en leerla.
No puedo decir que el libro sea malo, tampoco creo
que lo sea la película, la cual está especialmente adaptada para atraer al
mismo público que se sintió maravillada con la trilogía original… y con Harry
Potter, Percy Jackson, Juego de Tronos, y cuanto producto derivado saliera de
la idea original. Sin embargo, tanto en libro como en película, puede
apreciarse el intento desesperado de mantener la atención del lector.
Se supone que la jornada de Bilbo Bolsón, en
compañía de Thorin y los demás enanos seria una jornada de auto descubrimiento,
de desarrollo personal, de superación; un cuento que enseñaría, a los pequeños
lectores a los cuales iba dirigido, que sin importar la adversidad siempre
podrían salir victoriosos si perseveraban y no cedían ante sus miedos… y si
contaban con un anillo mágico también. Pero la inclusión de la batalla de los
cinco ejércitos es demasiado forzado, un evento completamente innecesario para
todo lo que ya había sucedido; sí es cierto que lo hace más emocionante, pero a
diferencia del resto del libro no sacas provecho de ello, incluso los eventos que
en ella ocurren pasan por alto, la muerte de Kili y Fili apenas se menciona,
mucho menos todo lo que se supone que hicieron las águilas y Beorn.
Uno esperaría que cualquiera, con dos dedos de
frente, viera este gran fallo en el universo Tolkien y no cometiera el mismo
error. ¡Pero lo vieron! ¡Y no solo lo repitieron sino que también lo hicieron
tres veces! ¡Tres veces! ¡Peter Jackson cometió tres veces el error de Tolkien!
El hobbit es una buena historia, con sus puntos a
favor y en contra como todo buen libro, y todos concordamos en que bajo ningún
motivo merecía ser una trilogía cinematográfica, pero la hicieron de todas
maneras, y lo peor es que ni siquiera fue con el propósito de ahondar mejor en
los eventos mismos del libro, sino que se agregaron personajes y tramas que
jamás se describen en sus páginas, siendo esta tercera parte concluyente la que
más relleno argumental traerá consigo, incluyendo, obviamente, una descripción
más prolongada y exagerada de una batalla que ni siquiera era importante para
el libro.
Supongo que después de esto nada podría ser
imposible; bien podríamos tener una versión oscura y madura sobre la Caperucita
Roja; podríamos tener a Hansel y Gretel cazando brujas; incluso podríamos tomar
a una bruja malvada e infernal y humanizarla para justificar todos sus actos
perversos y ruines.
Espero no haber importunado a nadie con mi opinión y
me despido deseándoles lo mejor, ¡Chao, chao!