martes, 20 de enero de 2015

Reseña #21: De Gabriel a Jueves.

Libro: De Gabriel a Jueves.
Autor: Por Juan Flahn.
Editorial: Egales.
Genero: Novela Gay/Drama/Erótico.
Clasificación: Mayores de 18 años.
Valoración: 7/10


Historia traída de la mano del escritor Juan Flahn. No solo un escritor, sino que un verdadero artista: realizador de cortometrajes, videoartes, actor de doblaje, locutor, cantante (en una época loca de su vida como él mismo describe), actor y guionista para famosas series de televisión española y películas.
En esta oportunidad nos narra la historia de un joven profesor de física, quien, mediante la simple frase de un amigo, será consumido por un violento y triste espiral de degradación sexual al verse involucrado en el mundo de la prostitución, tanto como cliente como ejerciéndola él mismo, desde los lugares más acomodados de la ciudad, hasta los agujeros clandestinos más oscuros y peligrosos de la misma.
Romance, comedia, drama y erotismo, todo reunido con una narración simple y sencilla, pero a la vez bastante elaborada, profunda e inteligente, que nos hace adentrarnos aun más en el exótico, oscuro y erótico mundo del protagonista de la misma forma que él lo hace, sin hacernos perder detalle de lo que sucede ni perdiendo el tiempo en largas y absurdas descripciones que no vienen al caso, llevándonos directamente a un infierno personal del que, poco a poco, caeremos en cuenta que no hay vuelta atrás, sino muy por el contrario, cada intento de luchar contra el lo hace querer adentrarse más y más.
Una novela gay, catalogada como anti-gay, que sabe envolver al lector con un estilo de comedia picaron, y una especial forma de narrar el drama mental por el que comienza a pasar el protagonista, llegando incluso al punto de hacer brotar más de una lágrima y mueca de asombro ante los giros que toma la historia y las decisiones que llevaran al protagonista al inesperado final de su propia historia.
Una vez más este tipo de novela es claramente para el publico mayor de edad, y a la vez dirigida tanto a heteros como homosexuales, siendo estos últimos quienes más disfrutaran de las eróticas andanzas del protagonista y sus amoríos.
No dejo de recomendarle este tipo de libros tanto a homosexuales como a heterosexuales, pues suelen ser historias profundas, con contenido, cargadas de drama y emoción, que nos hacen vivir tanto las risas y el desastre como si estuviéramos inmersos en la psique del personaje, o más aun, fuéramos nosotros mismos los protagonistas, reflejados en el espejo de un mundo donde nuestros vicios se apoderan de nuestro cuerpo y acciones. Una historia con todos los ingredientes que se necesitan para disfrutar de un libro, junto a una taza de café y una tarde, o noche, tranquila en casa. En una época donde sabemos claramente que la televisión no tiene nada que enseñarnos y la música está lejos de ser inspiradora o melódica a nuestros sentidos.

domingo, 18 de enero de 2015

Exposición Fotográfica: Fanáticos, por Natalia Espina en la Biblioteca de Santiago

Desde el retorno a la democracia los espectáculos masivos musicales son una de las más grandes expresiones y distracciones de la sociedad chilena. En la actualidad, no importan costos o la antelación de meses por adquirir una entrada, la gente quiere estar presente, cantar, bailar, registrar, sentir. Ya sea por una pasión por esa banda o artista, o porque es “bien visto” ser parte de este tipo de eventos. Además, en los últimos cinco años el incremento de los conciertos en nuestro país ha sido constante e histórico, generando espacios y redes tanto para músicos locales como internacionales. Esta muestra quiere exponer la otra vereda, la de los seguidores y oyentes, que frente a frente a sus músicos lo dan todo por plasmar y hacer eterno un momento, una canción. “Fanáticos”, como su nombre lo dice, es el registro de los y las personas que conforman la segunda mitad de un gran recital, el del público y su forma de expresarse.
Como fotógrafa especializada en el registro de conciertos y tocatas, la mayoría de las veces tenemos puestos nuestros ojos y lentes en los artistas arriba del escenario, en la puesta en escena, los músicos, las luces; pero hay un momento único e irrepetible, donde el asistente al show muestra su faceta más frenetica, precisamente es cuando se apagan las luces y comienzan a sonar los primeros acordes o melodías. Los gritos son ensordesedores, celulares, flashes, llantos, empujones y desmayos se toman la otra escena, la que el artista desde el escenario ve y la que yo he retratado durante estos años, armando el corazón de lo que simboliza “Fanáticos”, para homenajearlos y ubicarlos en el sitial que también merecen.
Recintos como el Movistar Arena, Estadio Nacional, y festivales como Lollapalooza o Maquinaria Fest son parte de las locaciones que registra esta exposición, que pretende ser exhibida para los meses de enero y febrero, antesala de diversos eventos musicales, en especial de la nueva versión del Lollapalooza. Cabe destacar que además de hacer estas fotografías como parte de mi proyecto personal www.conciertomovil.cl(sitio web dedicado a la difución de conciertos en Chile)  muchas han sido publicadas en medios de comunicación escritos,  pero es gracias a las redes sociales donde el público, el artista y los interlocutores, o sea nosotros los fotógrafos, seguimos en contacto post show. Después de todo solo queda el recuerdo y una foto.

Cinco nuevos beneficios de la lectura en tu vida.

pasion-libros
La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha informado sobre cinco nuevos beneficios de leer. Y al tanto, porque no se trata de leer un libro al año. De lo que se trata es de convertir la lectura en un hábito para lograr que todos estos beneficios sean reales. Si bien las encuestas indican que un 58% de las personas mayores de 14 años lee con frecuencia, también muestran que el principal motivo de la falta de interés por la lectura es “la falta de tiempo”. En realidad, no obstante, quien quiere, puede, y quien no quiere, busca excusas. Veamos algunos motivos (más allá del propio placer de la lectura) para querer leer:

1. Aumenta la agilidad mental

Leer aumenta la capacidad de concentración, promueve la empatía, favorece las conexiones neuronales y, si es un hábito frecuente, es un ejercicio útil para evitar la pérdida de las funciones cognitivas asociadas a la edad. “Nuestro cerebro, para que goce de una buena salud, necesita que lo mantengamos activo, que lo ejercitemos”, algo que no siempre hacemos, señala el doctor Guillermo García Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN. Diversos estudios han constatado que un cerebro activo no sólo realiza mejor sus funciones, sino que incrementa la rapidez de la respuesta ya que, mientras se lee, se obliga al cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo que permite mejorar la capacidad intelectual estimulando nuestras neuronas.
Asimismo, en los últimos años han sido muchos los estudios que han relacionado el nivel de lectura y escritura con un aumento de la reserva cognitiva. Respecto a este tema, el experto ha señalado que se ha comprobado que cuanto mayor sea la reserva cognitiva en un individuo, mayor capacidad tiene su cerebro para compensar el daño cerebral generado por ciertas patologías. De hecho, dentro de las enfermedades neurológicas, son las que más se han ligado al concepto de reserva cognitiva.
¿Existe algún tipo de lectura que potencie todos estos efectos beneficiosos? En realidad, los beneficios se dan cualquiera que sea el género elegido. No obstante, sí que es cierto que los expertos aseguran que las narraciones, sean o no de ficción, nos ayudan también a mejorar las habilidades sociales y la empatía, precisamente porque nos permiten sumergirnos en las vivencias de los personajes y en las interacciones que establecen entre ellos.

2. Favorece las relaciones sociales

Según los expertos, la lectura también puede generar temas de conversación, lo que facilita la interacción y las relaciones sociales. En un estudio publicado por investigadores de la Universidad de Búfalo (Estados Unidos) en Psychological Science aseguraba, tras un estudio en lectores de la popular saga de Harry Potter, se aseguraba que este tipo de lecturas puede favorecer el aumento del sentimiento de pertenencia a un grupo, lo que es bien sabido que mejora del estado de ánimo y la satisfacción similar a la de formar parte de grupos reales. “Leer satisface una profunda necesidad psicológica”, que ha jugado un papel clave en la evolución, concluían los autores.

 3. Reduce el nivel de estrés

Fomentar la lectura también tiene otras ventajas para nuestra salud, como la reducción del nivel de estrés (sobre todo cuando uno lee novelas de ficción). Recordemos que demasiado estrés es origen o un factor de empeoramiento de muchas dolencias neurológicas como cefaleas, epilepsias o trastornos del sueño. Asimismo, la lectura antes de acostarse proporciona buenas rutinas de higiene de sueño.

4. Activa el sistema visual

Aprender a leer activa el sistema visual en las regiones especializadas en la forma escrita de las letras y también en las regiones visuales primarias, es decir, aquéllas donde llega toda la información visual. Además, la lectura “activa el sistema del habla” para tomar consciencia de los sonidos y permite “establecer relaciones entre el sistema visual y el sistema del habla, entre las letras escritas y los sonidos.

5. Podría predecir el éxito profesional

Según un estudio de la Universidad de Oxford, la lectura por placer predice el éxito profesional. Los lectores habituales en la adolescencia tienen más posibilidades de éxito profesional cuando son adultos. Durante más de dos décadas, los investigadores analizaron los hábitos y actividades de casi 20.000 jóvenes para conocer qué actividades predecían el éxito profesional a los 30. Sólo la lectura (y no otras actividades, como ir al cine o hacer deporte) logró tener un impacto significativo en el éxito profesional

Biografía literaria: Howard Phillips Lovecraft.

(Providence, 1890 - 1937) Escritor estadounidense. Maestro indiscutible de la literatura fantástica, su obra rebasa en realidad la confluencia de géneros como la literatura de terror y la ciencia ficción hasta cristalizar en una narrativa única que recrea una mitología terrorífica de seres de un inframundo paralelo. Los paisajes de la naturaleza de su región natal, Nueva Inglaterra, influyeron en su temperamento fantasioso y melancólico. Desde niño se formó en lecturas mitológicas, en la astronomía y en las ciencias. En 1919 leyó la obra de Lord Dunsany, que lo marcó sensiblemente; lo mismo le ocurrió con Edgar Allan Poe y Arthur Machen. La mayor parte de sus obras fue publicada en la revista Weird Tales.

H. P. Lovecraft
Considerado uno de los más brillantes y originales autores de narrativa fantástica del siglo XX, la fama de H. P. Lovecraft creció sobre todo después de su muerte, cuando su obra, aparecida inicialmente en revistas especializadas, fue publicada en volumen. En su narrativa se funden elementos heterogéneos: el influjo de Edgar Allan Poe, reconocible en ciertas atmósferas y recursos técnicos de sus cuentos juveniles, pero también en las novelas de madurez como En las montañas de la locura (1931); los lazos con la tradición y el paisaje de la Nueva Inglaterra, oníricamente transformado en espacio fantástico; o los arranques de ciencia-ficción, que son desarrollados en cuentos como El color que cayó del espacio (1927).
El título de mayor originalidad de la obra de Lovecraft reside, sin embargo, en la creación de una compleja y personal mitología monstruosa en el centro de la cual están los old ones, divinidades horribles expulsadas de la Tierra en los tiempos prehistóricos y en lucha para tomar posesión de ella. Estos seres monstruosos y malolientes aparecen primero de forma esporádica y luego cada vez más orgánicamente en cuentos como Las ratas en las paredes (1924), Los mitos de Cthulhu (1926) y El horror de Dunwich (1927), y en novelas como El caso de Charles Dexter Ward (1927). Tal mitología tomó forma gradualmente; se enriqueció con divinidades menores con esferas de influencia distintas y se sostuvo con el recurso a los libros ficticios malditos, como el Necromicón. Partiendo de sugestiones góticas, a través de pesadillas cada vez más angustiosas, el terror en Lovecraft se convierte en cósmico, cifra extrema de su pesimismo filosófico.
Las ratas en las paredes (1924) es una muestra magistral de sus primeros trabajos, en los cuales solamente se esbozaba la mitología de las cosas siniestras que continuó desarrollando en sus relatos y novelas posteriores. Delapore, un americano descendiente de ingleses, se traslada en el año 1923 al castillo de Exham Priory, abandonado durante siglos y restaurado según los planos antiguos del mismo. Allí habían vivido sus antepasados en la época de Jacobo I, pero varios asesinatos habían exterminado luego toda la estirpe a excepción de un único superviviente: Walter de la Poer. Sospechoso de ser el autor de los asesinatos, aunque no había podido demostrarse, este último descendiente emigró a la colonia de Virginia.
Delapore solamente puede gozar unos pocos días de su propiedad, puesto que al cabo de poco tiempo se oyen unos ruidos en el castillo que suenan como si corriesen infinidad de ratas detrás de los tapices y de los recubrimientos de las paredes, lo que causa a él y a los criados una terrible inquietud. En el curso de sus indagaciones encuentra en el sótano una antiquísima piedra de sacrificios, de la que parece desprenderse que en la época de la dominación romana en Bretaña se encontraba en dicho lugar un lugar de culto a las divinidades Atis y Cibeles.
Junto con su amigo, el capitán Norrys, y algunos arqueólogos londinenses, Delapore baja pocos días después a las criptas más profundas del castillo, en donde le esperan unas "escenas de horror indescriptible": bajando por una escalera cubierta de huesos roídos, llega a una gigantesca gruta y ve moradas de todas las épocas, desde los comienzos de la humanidad hasta los tiempos de los Estuardo, en donde personas de las diferentes etapas habían sido encarceladas y reducidas a un estado puramente animal, como víctimas de un culto antropófago de tiempos antediluvianos, o se habían convertido en la presa de un "ejército hambriento, maligno y gelatinoso de ratas".

H. P. Lovecraft en una imagen de 1934
Delapore, separado repentinamente del grupo de investigadores, es empujado por las ratas "hacia las cuevas más lejanas, en las entrañas más profundas de la tierra", en donde "Nyarlahotep, el dios loco sin cara, aúlla ciego al compás de dos flautistas idiotas". Sin embargo, es posible que esta visión le fuese infundida por su fantasía ofuscada y morbosamente exagerada por los monstruosos descubrimientos, puesto que cuando vuelve en sí averigua que había sido encontrado cerca del semidevorado cadáver de Norrys, balbuceando palabras misteriosas: el "genius loci", los lémures del infierno habían logrado apoderarse de él (al igual que antes lo habían hecho con sus antepasados) y lo habían convertido en un caníbal. Y logra entonces comprender también el destino de Walter de la Poer: había averiguado que los restantes miembros de la familia participaban en los sangrientos ritos de la gruta, los había matado y había sido así un benefactor para la humanidad.
Como declaró el mismo Lovecraft, todos sus relatos están basados en la leyenda de que "este mundo había estado habitado en tiempos remotos por otra raza, que fue aniquilada y expulsada cuando ejercía la magia negra, pero que sigue viviendo fuera del mundo, estando dispuesta en todo momento a volver a tomar posesión de esta tierra". En otros relatos se trata de demonios devoradores de cadáveres, que penetran en nuestro mundo racional, quedando retenidos -como por ejemplo en El modelo de Pickman (1927)- por un pintor en horrorosos retratos.
En La música de Erich Zann (1925), el músico Zann es atormentado por monstruos "que viven en regiones indeterminadas y en dimensiones que se encuentran fuera de nuestro universo material", y le inspiran al mismo tiempo para una pieza de violín de una hermosura irreal. En La visita de Cthulhu (1928), cuya acción se desarrolla en una isla de los mares del sur en donde se encuentran unas construcciones ciclópeas prehistóricas, vuelve a aparecer por un breve período de tiempo el Cthulhu que se encuentra agazapado en el interior de la tierra. Y en El horror de Dunwich (1929) un espíritu maléfico de la clase más horrible crece en Nueva Inglaterra, pudiendo ser destruido solamente por hombres "familiarizados con las ciencias ocultas y prohibidas".

Lovecraft varía su temática del horror con una fantasía ingeniosa y altamente sugestiva; nunca le faltan figuras del lenguaje para caracterizar opresivos estados de terror, lugares en donde se ciernen peligros inminentes, "llenos de mucosidades negras, masticados por la niebla", o unas monstruosidades asquerosas "que apestan como demonios". Continuamente introduce referencias ambiguas sobre las relaciones de su mitología con el culto de vudú, con la Atlántida, las misteriosas piedras de Stonehenge y de la Isla de Pascua, o las cazas de brujas en Nueva Inglaterra.
Sus relatos, entre cuyos antepasados debemos contar naturalmente a Edgar Allan Poe, revelan la influencia de los autores ingleses de relatos de horror Arthur Machen y Lord Dunsany, pero Lovecraft amplía las regiones del horror literario con ocurrencias completamente propias, con las cuales organizó sistemáticamente una "mitología Cthulhu". El interés también teórico de Lovecraft por la literatura fantástica está testimoniado por sus escritos críticos, en particular por El horror en la literatura (1927), en el que formuló una teoría del género fundada en bases psicológicas y formales. Para el autor, los relatos de este género deben contener "alguna violación o superación de una ley cósmica fija, una escapada imaginativa de la tediosa realidad".
Los relatos y novelas de Lovecraft, no obstante ubicarse en los límites de la mitología y la fantasía visionaria, son verosímiles, pues a pesar del instinto macabro del autor, una prosa detallista, persuasiva y lenta va organizando un pequeño mundo autosuficiente y creíble, incluso posesivo para muchos lectores. Ha influido en autores modernos como Jorge Luis Borges, que se basó en el estilo de Lovecraft para escribir un extraño relato incluido en El libro de arena (1975).