A diferencia de las personas, esta enfermedad no discrimina raza, color, ni preferencia sexual. Mantenerse informado, y evitando la ignorancia que induce al miedo, es la mejor forma de hacerle frente y evitarla a la vez.
El Virus de Inmunodeficiencia Humana –VIH o HIV, por sus siglas en inglés- es un virus que afecta al sistema de defensas del organismo, llamado sistema inmunológico.
La función del sistema inmunológico es proteger al ser humano de las enfermedades. El VIH ataca a las células conocidas como Linfocitos T CD4, que participan de la función de dar el alerta al resto del sistema inmune sobre los gérmenes extraños que entran al cuerpo, para que los destruya. Si éstos fallan, es posible que distintos microbios (bacterias, virus, parásitos y hongos) provoquen enfermedades.
Una persona vive con VIH si tiene el virus en su cuerpo. Vivir con VIH no necesariamente implica haber desarrollado síntomas o enfermedades, pero sí es posible transmitir el virus a otras personas.
La función del sistema inmunológico es proteger al ser humano de las enfermedades. El VIH ataca a las células conocidas como Linfocitos T CD4, que participan de la función de dar el alerta al resto del sistema inmune sobre los gérmenes extraños que entran al cuerpo, para que los destruya. Si éstos fallan, es posible que distintos microbios (bacterias, virus, parásitos y hongos) provoquen enfermedades.
Una persona vive con VIH si tiene el virus en su cuerpo. Vivir con VIH no necesariamente implica haber desarrollado síntomas o enfermedades, pero sí es posible transmitir el virus a otras personas.
Sida significa Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida y es un conjunto de síntomas que surgen cuando el sistema inmunológico, debilitado por el VIH, permite la aparición de ciertas enfermedades, llamadas oportunistas.
El VIH es el virus que afecta al sistema de defensas del organismo el cual, una vez debilitado por el VIH, permite la aparición de enfermedades. Esta etapa más avanzada es la que se denomina sida. Es decir que no todas las personas que viven con VIH alcanzan la etapa, pero todas las personas a las que se les desarrolla el sida, viven con VIH.
El período de tiempo que tarda el VIH en convertirse en sida varía de persona a persona y depende en gran medida de que tome o no medicación. Generalmente, las personas a las que se les están administrando tratamientos con drogas adecuadas y que toman correctamente los medicamentos, evitan la progresión a desarrollar enfermedades. Sin tratamiento, el período de tiempo en general es de 8 a 10 años
El período de tiempo que tarda el VIH en convertirse en sida varía de persona a persona y depende en gran medida de que tome o no medicación. Generalmente, las personas a las que se les están administrando tratamientos con drogas adecuadas y que toman correctamente los medicamentos, evitan la progresión a desarrollar enfermedades. Sin tratamiento, el período de tiempo en general es de 8 a 10 años
El VIH se transmite cuando fluidos o secreciones corporales de una persona con VIH entran al cuerpo de otra persona. El VIH se encuentra en todos los líquidos orgánicos de aquella persona que lo tiene: sangre, semen, saliva, lágrimas, leche, calostro, orina, secreciones vaginales y el líquido preseminal. Sin embargo, sólo la sangre, el líquido preseminal, el semen, los fluidos vaginales y la leche materna presentan una concentración suficiente como para producir la transmisión.
El VIH se transmite solamente por tres vías comprobadas: por vía sexual, por vía sanguínea y de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Transmisión sexual: Las relaciones sexuales, tanto vaginales como anales o buco-genitales, sin preservativo son una vía de transmisión del VIH. La transmisión del virus en las relaciones sexuales se realiza a través de las lesiones o heridas microscópicas que se producen durante la penetración, la frotación y otras prácticas sexuales que involucran los fluidos corporales. En el caso del sexo oral, la práctica es de riesgo para el que pone la boca.
Transmisión sanguínea: El riesgo de transmisión por vía sanguínea más habitual está en el uso compartido de instrumentos punzantes o cortantes, como jeringas, agujas y otros elementos de inyección. También se recomienda no compartir instrumentos de uso personal, como maquinitas de afeitar, cepillos de dientes, alicates, etc. Las transfusiones de sangre no controladas constituyen un riesgo en la transmisión del VIH, por eso toda sangre a transfundir debe estar controlada y la extracción de sangre debe efectuarse con material descartable.
Transmisión vertical, perinatal o de madre a hijo: Una mujer que vive con VIH puede transmitir el virus a su bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia. Se estima que existe un 30% de probabilidades de transmitir el virus de la madre al bebé si la mujer no recibe atención médica durante el embarazo, el parto o la lactancia. Estas posibilidades se reducen a menos del 1% si la mujer controla su embarazo, se realiza el análisis de VIH, recibe una adecuada atención y tratamiento médico y evita el amamantamiento
El VIH se transmite solamente por tres vías comprobadas: por vía sexual, por vía sanguínea y de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Transmisión sexual: Las relaciones sexuales, tanto vaginales como anales o buco-genitales, sin preservativo son una vía de transmisión del VIH. La transmisión del virus en las relaciones sexuales se realiza a través de las lesiones o heridas microscópicas que se producen durante la penetración, la frotación y otras prácticas sexuales que involucran los fluidos corporales. En el caso del sexo oral, la práctica es de riesgo para el que pone la boca.
Transmisión sanguínea: El riesgo de transmisión por vía sanguínea más habitual está en el uso compartido de instrumentos punzantes o cortantes, como jeringas, agujas y otros elementos de inyección. También se recomienda no compartir instrumentos de uso personal, como maquinitas de afeitar, cepillos de dientes, alicates, etc. Las transfusiones de sangre no controladas constituyen un riesgo en la transmisión del VIH, por eso toda sangre a transfundir debe estar controlada y la extracción de sangre debe efectuarse con material descartable.
Transmisión vertical, perinatal o de madre a hijo: Una mujer que vive con VIH puede transmitir el virus a su bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia. Se estima que existe un 30% de probabilidades de transmitir el virus de la madre al bebé si la mujer no recibe atención médica durante el embarazo, el parto o la lactancia. Estas posibilidades se reducen a menos del 1% si la mujer controla su embarazo, se realiza el análisis de VIH, recibe una adecuada atención y tratamiento médico y evita el amamantamiento
La única manera de saber si alguien contrajo el VIH es a través de una prueba de laboratorio, un análisis de sangre que detecta la presencia de anticuerpos al VIH. Esta prueba se llama ELISA, pero como no es completamente específica de la infección por VIH, en caso de dar positivo su resultado debe ser confirmado con otras pruebas. La más utilizada se denomina Western Blot. Si ambas pruebas son reactivas esa persona tiene una serología positiva o vive con VIH.
Es necesario tener en cuenta que los anticuerpos tardan en ser detectados entre 3 semanas y 3 meses después de la infección. Por este motivo, durante este período, llamado período ventana, los análisis podrían resultar negativos aunque la persona tuviera el virus. Es por eso que se sugiere repetir la prueba luego de los 3 meses.
El análisis de VIH no es obligatorio en ningún caso y sólo puede realizarse siempre y cuando la persona entienda sus implicaciones y el posible impacto del resultado. Se recomienda que los centros de salud u hospitales ofrezcan consejería pre y post test, es decir, asesoramiento anterior a la realización del test y al momento de la entrega del resultado, cualquiera que sea.
Es necesario tener en cuenta que los anticuerpos tardan en ser detectados entre 3 semanas y 3 meses después de la infección. Por este motivo, durante este período, llamado período ventana, los análisis podrían resultar negativos aunque la persona tuviera el virus. Es por eso que se sugiere repetir la prueba luego de los 3 meses.
El análisis de VIH no es obligatorio en ningún caso y sólo puede realizarse siempre y cuando la persona entienda sus implicaciones y el posible impacto del resultado. Se recomienda que los centros de salud u hospitales ofrezcan consejería pre y post test, es decir, asesoramiento anterior a la realización del test y al momento de la entrega del resultado, cualquiera que sea.
No es posible reconocer a una persona que vive con VIH con sólo mirarla, ya que el VIH puede no presentar síntomas. De hecho, se estima que una de cada tres personas que tienen VIH en América Latina no lo saben. La única manera de reconocer si alguien vive con VIH es a través de la prueba del VIH.
No hay personas en riesgo sino conductas de riesgo. La manera más segura de evitar la transmisión del VIH es evitando los comportamientos que aumentan el riesgo de infección:
- Tener relaciones sexuales sin usar preservativo
- Tener una enfermedad de transmisión sexual, como chlamidia o gonorrea
- Compartir jeringas o agujas
- Compartir instrumentos de uso personal, como maquinitas de afeitar, cepillos de dientes, alicates, etc.
- No controlar tu embarazo.
A pesar de que en distintos países se está investigando, aún no se descubrió una vacuna que sea efectiva para evitar o curar esta enfermedad. Durante más de dos décadas, diferentes equipos científicos han estado estudiando el virus, pero el desarrollo de vacunas requiere muchos años de investigación en laboratorios y con animales antes de que pueda comenzar una prueba clínica en humanos.
Existen medicamentos sumamente efectivos llamados “antirretrovirales” -ARV- que controlan la replicación del VIH. La combinación de ARVs es lo que se conoce comúnmente como “cóctel de drogas”.
De esta manera, es posible detener la pérdida de las defensas y recuperar la suficiencia inmunológica y así impedir el desarrollo de enfermedades oportunistas. Si el tratamiento con ARV es efectivo, la progresión del virus a sida puede ser evitada. Sin embargo, este tratamiento no logra erradicar el VIH. Es decir que el VIH puede seguir transmitiéndose, si no se toman las precauciones necesarias. Esta medicación se aplica como un tratamiento crónico, es decir, de por vida.
Es importante recordar que el tratamiento ARV no es una cura, que puede causar efectos secundarios y que las personas con VIH deben adherir estrictamente al régimen de la medicación una vez empezado. Para eso, es necesario tengan la disposición, el conocimiento y la voluntad de iniciar y tomar la medicación correctamente, ya que el mal uso puede provocar resistencias al virus por parte del organismo.
De esta manera, es posible detener la pérdida de las defensas y recuperar la suficiencia inmunológica y así impedir el desarrollo de enfermedades oportunistas. Si el tratamiento con ARV es efectivo, la progresión del virus a sida puede ser evitada. Sin embargo, este tratamiento no logra erradicar el VIH. Es decir que el VIH puede seguir transmitiéndose, si no se toman las precauciones necesarias. Esta medicación se aplica como un tratamiento crónico, es decir, de por vida.
Es importante recordar que el tratamiento ARV no es una cura, que puede causar efectos secundarios y que las personas con VIH deben adherir estrictamente al régimen de la medicación una vez empezado. Para eso, es necesario tengan la disposición, el conocimiento y la voluntad de iniciar y tomar la medicación correctamente, ya que el mal uso puede provocar resistencias al virus por parte del organismo.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son enfermedades infecciosas producidas por gérmenes -bacterias, parásitos, hongos y virus- que se adquieren principalmente durante las relaciones sexuales. Las personas que poseen una infección de transmisión sexual son mucho más vulnerables a la infección por el VIH. Existen diferentes tipos de infecciones de transmisión sexual. Las más comunes son la sífilis, la gonorrea y otras como el herpes, la chlamidia, el virus papiloma humano (HPV) y las micosis. El VIH/sida es también una ITS.
Si bien los riesgos son menores que en las relaciones anales o vaginales, el sexo oral es una de las vías de transmisión del VIH y de otras ITS. Pueden existir en tu boca pequeñas heridas o lesiones microscópicas que, al entrar en contacto con el semen, líquido pre eyaculatorio o los fluidos vaginales, se conviertan en puerta de entrada del virus. Por eso es aconsejable protegerse para evitar la transmisión del VIH u otras enfermedades de transmisión sexual, a través del uso de preservativo o cualquier barrera de látex o plástico
El VIH no es un virus que se adquiera fácilmente ya que no sobrevive fuera del cuerpo. Necesita al organismo humano para vivir, ya que se aloja y multiplica en las células del sistema inmunológico. Esto significa que no puede ser transmitido a través de contacto casual o cotidiano.
Es muy importante saber qué conductas o prácticas no representan riesgo de transmisión. Tener relaciones sexuales utilizando correctamente preservativos, besar y abrazar son acciones que no transmiten el VIH/sida. Tampoco un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir la vajilla o los mismos servicios higiénicos, la depilación con cera, la saliva, las lágrimas, el sudor, el aire, el agua, y los alimentos.
Es muy importante saber qué conductas o prácticas no representan riesgo de transmisión. Tener relaciones sexuales utilizando correctamente preservativos, besar y abrazar son acciones que no transmiten el VIH/sida. Tampoco un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir la vajilla o los mismos servicios higiénicos, la depilación con cera, la saliva, las lágrimas, el sudor, el aire, el agua, y los alimentos.
Para evitar la transmisión sexual: Usa el preservativo correctamente y consistentemente –desde el comienzo hasta el final de la relación sexual- en todas tus relaciones sexuales, ya sean vaginales, anales u orales. Evita los lubricantes al aceite porque disminuyen la resistencia del látex. Mantén los preservativos en lugares frescos y no abras el envoltorio con los dientes. Limita la cantidad de parejas sexuales y pídele siempre a tu pareja que se realice el análisis de VIH.
Para evitar la transmisión sanguínea: No intercambies ni compartas agujas y jeringas. Controla que todo procedimiento que incluya algún corte o punción (pinchazo) sea realizado con material descartable o esterilizado, como es el caso del dentista, manicura, tatuajes o prácticas médicas, ente otros.
Para evitar la transmisión de la madre al bebé: Toda mujer embarazada debe realizarse el análisis de VIH con el primer control de su embarazo. Si el resultado es positivo, se recomienda que la embarazada siga un control, un tratamiento clínico y que suspenda la lactancia.
Para evitar la transmisión sanguínea: No intercambies ni compartas agujas y jeringas. Controla que todo procedimiento que incluya algún corte o punción (pinchazo) sea realizado con material descartable o esterilizado, como es el caso del dentista, manicura, tatuajes o prácticas médicas, ente otros.
Para evitar la transmisión de la madre al bebé: Toda mujer embarazada debe realizarse el análisis de VIH con el primer control de su embarazo. Si el resultado es positivo, se recomienda que la embarazada siga un control, un tratamiento clínico y que suspenda la lactancia.
América Latina es la tercera región del mundo más afectada por el VIH, después de África Sub-Sahariana y el Caribe. Según las últimas cifras de ONUSIDA 1.7 millones de personas viven con VIH en esta región. Las características de la epidemia varían en relación a las culturas de los diferentes países, las diferencias sociales, étnicas y geográficas.
Una de las características comunes de esta epidemia en la región es su invisibilización, profundizada por el estigma, la inequidad de género, la discriminación por orientación sexual, las dificultades en el acceso a la educación y a la salud. La principal vía de transmisión en la región son las relaciones sexuales heterosexuales y homosexuales sin protección.
Cifras de ONUSIDA en América Latina
Personas viviendo con VIH: 1.7 millones Nuevas infecciones (2007): 140 mil Muertes a causa del sida (2007): 63 mil
VIH/sida en el mundo
Según los datos de ONUSIDA, el porcentaje mundial de personas que viven con VIH se ha estabilizado desde el año 2000. En 2007, se registraron 2,7 millones de nuevos casos y 2 millones de personas murieron a causa del sida. África subsahariana continúa siendo la región más afectada por el VIH, con el 67 por ciento del total de personas viviendo con el virus y donde 6.500 personas mueren por día a causa del VIH/sida.
Cifras de ONUSIDA en todo el mundo
Personas viviendo con VIH: 33 millones Nuevas infecciones (2007): 2,7 millones Muertes a causa del sida: 2 millones
Una de las características comunes de esta epidemia en la región es su invisibilización, profundizada por el estigma, la inequidad de género, la discriminación por orientación sexual, las dificultades en el acceso a la educación y a la salud. La principal vía de transmisión en la región son las relaciones sexuales heterosexuales y homosexuales sin protección.
Cifras de ONUSIDA en América Latina
Personas viviendo con VIH: 1.7 millones Nuevas infecciones (2007): 140 mil Muertes a causa del sida (2007): 63 mil
VIH/sida en el mundo
Según los datos de ONUSIDA, el porcentaje mundial de personas que viven con VIH se ha estabilizado desde el año 2000. En 2007, se registraron 2,7 millones de nuevos casos y 2 millones de personas murieron a causa del sida. África subsahariana continúa siendo la región más afectada por el VIH, con el 67 por ciento del total de personas viviendo con el virus y donde 6.500 personas mueren por día a causa del VIH/sida.
Cifras de ONUSIDA en todo el mundo
Personas viviendo con VIH: 33 millones Nuevas infecciones (2007): 2,7 millones Muertes a causa del sida: 2 millones
Las mujeres y los jóvenes son poblaciones cada vez más vulnerables al VIH/sida en América Latina y en el mundo.
Las mujeres representan la mitad de las personas que viven con VIH en todo el mundo. Durante los últimos 10 años, la proporción de mujeres entre personas que viven con VIH ha permanecido estable a nivel mundial, pero ha crecido en muchas regiones. En América Latina han aumentado las cifras de mujeres con VIH, sobre todo en Argentina, Brasil, Perú y Uruguay.
Por su parte, los jóvenes de entre 15 y 24 años representan el 45 por ciento estimado de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo y, según las cifras de ONUSIDA, 370 mil niños menores de 15 años se infectaron con VIH en 2007. A nivel mundial, el número de niños menores de 15 años que viven con el VIH aumentó de 1,6 millones en 2001 a 2 millones en 2007.
Las mujeres representan la mitad de las personas que viven con VIH en todo el mundo. Durante los últimos 10 años, la proporción de mujeres entre personas que viven con VIH ha permanecido estable a nivel mundial, pero ha crecido en muchas regiones. En América Latina han aumentado las cifras de mujeres con VIH, sobre todo en Argentina, Brasil, Perú y Uruguay.
Por su parte, los jóvenes de entre 15 y 24 años representan el 45 por ciento estimado de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo y, según las cifras de ONUSIDA, 370 mil niños menores de 15 años se infectaron con VIH en 2007. A nivel mundial, el número de niños menores de 15 años que viven con el VIH aumentó de 1,6 millones en 2001 a 2 millones en 2007.
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