Libro: Franco Demente.
Autor: Rodrigo Muñoz Opazo.
Editorial: Mago Editores.
Género: Novela/Gay
Clasificación: Mayores de 18
Valoración 4/10
Cuando la muerte golpea a una persona llevándose a todos sus seres amados, en distintas etapas de la vida, el único refugio es la locura y la soledad. De la mano de Rodrigo Muñoz Opazo nos llega este drama pasional cuyo protagonista, Franco Dumas, luego de perder a su único y gran amor de toda la vida, a causa de una maldita enfermedad, entra en los umbrales de la locura, convirtiéndose en un asesino a sangre fría cuyo objetivo principal son homofóbicos hombres padres de familia.
Desde el inicio nos queda clara la idea y los motivos del protagonista para actuar tan fuera de toda lógica, y pudiera parecer hasta justificable, de no ser por el notorio estado de desequilibrio mental del hombre en cuestión.
El relato no está del todo mal, incluso siendo una novela de temática gay puede ser disfrutada por todos los géneros, pues contiene muy poca explicites sexual, a diferencia de otras obras como “Solo para chicos” o “Trilogía de las fiestas”, esta ultima del mismo escritor.
Sin embargo, la historia de un asesino en busca de hombres heteros homofóbicos puede resultar muy poco creíble, y lo resulta aun más de la manera en que se desarrollan algunas situaciones. Con unas muertes que rayan en lo imposible y una historia que desarrolla de manera lenta, con giros algo absurdos que solo estan alli para facilitar la labor del maligno protagonista.
Normalmente esto no sería un problema, básicamente eso es lo que uno busca al adentrarse en las páginas de un libro, quedar fascinado con historias extremas que nos alejen de la realidad y nos envuelvan en situaciones que difícilmente veríamos en la vida diaria. Pero son pequeños detalles, como la sorprendente suerte con la que cuenta el protagonista para lograr sus cometidos, o el hecho de que pese a su sicotico estado aun puede aparentar sanidad mental, pues es de esperar que el lector no se sienta convencido al momento de intentar recrear con su mente estas diversas situaciones, ni mucho menos sentir una afinidad con el protagonista o con la historia en sí. El drama familiar que afecta al protagonista pasa a segundo plano cuando se enfrente a la pérdida del amor de su vida, y es lo más convincente de todo; muchas veces los homosexuales dejamos de lado a nuestras familias, o mejor dicho ellos nos dejan a nosotros, por lo que nuestro amor se vuelca a la persona con la que elegimos pasar nuestra vida. Solo hubiéramos esperado ahondar mucho más en la relación de pareja del protagonista antes de que la historia iniciara su recorrido, pero aun así esta bien lograda.
Las muertes son el gran punto a favor, después de todo es el punto fuerte del libro. Son escabrosas, detalladas y un verdadero baño de sangre dignas de los tiempos actuales. Solo, como mencione antes, se sorprende un poco la facilidad con las que el protagonista logras llevarlas a cabo, como una especie de alineación planetaria que conspira a su favor. Dejando eso de lado, son un deleite para la imaginación visceral de muchos.
Las muertes son el gran punto a favor, después de todo es el punto fuerte del libro. Son escabrosas, detalladas y un verdadero baño de sangre dignas de los tiempos actuales. Solo, como mencione antes, se sorprende un poco la facilidad con las que el protagonista logras llevarlas a cabo, como una especie de alineación planetaria que conspira a su favor. Dejando eso de lado, son un deleite para la imaginación visceral de muchos.
Un punto rescatable en la trama es la aparición de Gabriel, Esteban y Cristóbal, los tres protagonistas de la obra “La trilogía de las fiestas”. Viendo que ambas historias pertenecen a distintos géneros ( una al "gore" y la otra al drama) es extraño que el autor quiera dar cuenta de que ambas pertenecen al mismo universo, siendo Franco Demente una continuación directa en el universo canónico de La Trilogia de Las Fiestas. Es más, todo el libro pareciera un mero capitulo más para ese momento en especial, en el que las amenazas de uno y el amor del otro, llevaran al sicópata al inevitable desenlace.
En detalles técnicos la narración también contiene grandes y notorias faltas. Mezclando la tradicional narración estilo neutral con chilenismos pop juveniles como “ni ahí” o “cachay”, palabras que no tienen cabida en una narración, salvo que sea un relato completamente chilenizado, o que fueran palabras contenidas en una de las frases del dialogo de alguno de los personajes.
Si buscas algo sencillo, con lo que puedas identificarte con el género narrativo de este talentoso escritor, este libro es una gran opción. Pero si ya conoces otra de sus maravillosas obras, pues este te dejara con gusto a poco, por lo que te recomiendo conseguirlo en conjunto con Huellas de Traición, la más reciente entrega y más novedosa del escritor.
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