Mariano tiene 11 años y cursa sexto básico. Para él leer cuentos o novelas significa sólo una cosa: “aburrimiento”, dice. Pese al esfuerzo de sus padres por comprarle lecturas entretenidas, Mariano se resiste e interpela a sus padres diciéndole que “al llegar a las casa hago las tareas y cuando tengo que leer un libro para una prueba, lo hago. Pero no me pidan que lo haga en mis tiempos libres”. Como él, miles de niños de su edad ven en la lectura una actividad ligada exclusivamente al colegio y no como sinónimo de diversión. Una realidad que constata el estudio realizado por Ministerio de Educación que midió el impacto del programa Mis lecturas diarias de las bibliotecas CRA y el grado de valoración por la lectura de los alumnos. Los resultados arrojaron que el 18% de los alumnos declara que le entretiene leer, mientras que un 24% dice que le parece aburrido y muy aburrido.
El estudio encuestó a 10.683 alumnos de quinto a octavo básico de 349 colegios municipales y subvencionados.
La muestra arrojó que el 36,4% de los alumnos de quinto básico leen voluntariamente, mientras que en octavo esa cifra disminuye a 19,2%, es decir, casi a la mitad. Es decir, a medida que van creciendo la exigencia por leer cuentos o libros decrece el interés en el sistema escolar.
En quinto básico, por ejemplo, el 15,4% declaró leer nunca o casi nunca. Tres cursos más adelante, al final del ciclo básico, el 34% dijo que nunca o casi nunca leía (ver infografía).
La psicóloga e investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile (CIAE), Macarena Silva, explica que las razones apuntan a que “los niños más pequeños son más flexibles y no están sometidos a tanta demanda de la escuela. Además, en quinto se leen libros más fáciles y al crecer la lectura se va complejizando, lo que se vuelve en una carga cuando no entiendes. Muchos niños no comprenden lo que leen y ese es una de los principales motivos de no leer”. A esto se suma, según la experta, la carga pesada en pruebas y tareas que aumentan al pasar de los cursos.
Reencanto con la lectura
Desde el 2011 que el Mineduc implementa el programa Mis Lecturas Diarias, que beneficia a alumnos desde segundo básico a cuarto medio de colegios municipales y subvencionados. El programa busca acercar la lectura a los niños y para esto entrega a los recintos un set de libros de distintas materias como lenguaje y matemáticas, por ejemplo. Con esto, se pone a disposición de niños y jóvenes “textos de calidad, variados y apropiados para su nivel lector”.
Pese al esfuerzo del gobierno, según el estudio, el 62% de los alumnos admitió leer por placer ocasionalmente, mientras que el 24% declaró simplemente que el ejercicio le parece aburrido o muy aburrido.
La coordinadora nacional de bibliotecas escolares, Constanza Mekis, explica que el programa ya solucionó parte del problema: aumentó la cobertura de bibliotecas e instaló libros en los colegios. Ahora, dice, hay que reencantar a los alumnos. Según la experta, la desmotivación “tiene que ver con el trabajo que realizan los maestros en relación a la lectura. Por una parte te ofrecen una lectura por placer y a la vez te obligan a hacerlo. En la medida que nuestro sistema apueste a que los niños elijan lo que quieren y donde la estrategia de la lectura no sea una prueba con preguntas y respuesta, que no logra que los niños piensen, la lectura se va a ir incrementando de una manera muy positiva. A lo mejor, una alternativa es apostar a espacios de conversación, de diálogo”.
De leer, a los alumnos les gusta hacerlo -como primera opción- en sus casas (59%), seguido por hacerlo en el aire libre (28%) y sólo el 12% prefiere leer es los espacios escolares.
“La lectura y la escuela tienen el vínculo de leer enfocado sólo en el rendimiento, en qué nota te sacarás. A los niños no se les fomenta leer por placer, después de que terminan el libro le hacen una prueba. Están obligados a hacerlo, esta mirada debe cambiar”, dice Silva.
Según Mekis, la posibilidad de cambio ya se está discutiendo a nivel curricular. “Por qué no dejar que los niños elijan los libros y no sólo en Lenguaje, sino también en Ciencias y Matemáticas, por ejemplo. Estamos en ese proceso”.
El estudio del Mineduc refuerza, también, la tendencia internacional: a las mujeres les gusta y les va mejor en las área de lectura y lenguaje. El 63% de las niñas encuestadas declara leer diariamente, mientras que el 37% de los hombres lo hace.
¿Qué leen?
Una de los aspectos que sorprendió a las expertas es que los alumnos de quinto a octavo básico prefieren leer un libro que ver páginas de internet. En porcentajes: 52% versus 24% respectivamente (ver infografía).
A la hora de saber qué tipo de lecturas prefieren, el 23% apostó por los cuentos, 22% por comics y 18% por las novelas de ficción. En este ítem, un 11% declaró abiertamente no leer o que no les gustaba hacerlo.
La motivación por los distintos tipos de géneros literarios depende de la edad de los menores. Por ejemplo, la adhesión por las novelas de ficción se incrementa con el pasar de los años: el 17% de los niños de quinto se orientó por este tipo de literatura, en octavo lo hace el 40%.
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